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La historia

Nace la idea

¿Por qué no nos vamos a vivir a Miami? Esa fue la pregunta que me lanzó mi marido así como si nada, como si me dijera que nos vamos al pueblo de al lado, como si todo en la vida fuera tan simple y sencillo como irse a vivir a Miami en Estados Unidos.

Así me quedé yo, boquiabierta mientras pasaba por mi mente una sucesión de imágenes en las que de pronto me imaginaba paseando por Miami Beach o llevando a los niños a un colegio americano, el lío que significaría llevar toda una vida al otro lado del charco, la mudanza, el papeleo...

De pronto me asistió una mezcla entre angustia y atracción hacia lo desconocido y me empezaron a temblar las piernas, porque sabía que si nos lo proponíamos, terminaríamos viviendo en la fabulosa ciudad de Miami en Florida.


Las causas

Mi marido es extranjero y residía en España desde 2004. Yo soy española, aunque ya había vivido en otro país de América latina. Hace un par de años, los dos éramos afortunados. Teníamos una familia con dos hijos, un trabajo estable cada uno con un sueldo normal y una vida modesta en la que de vez en cuando nos podíamos permitir algunos lujos, como irnos de vacaciones al Caribe, comprarnos algún capricho tecnológico o remodelar el piso que compramos (como otros muchos españoles, muy por encima de su valor real) antes de que se rompiera la burbuja.


En poco tiempo todo cambió. Primero yo me quedé sin trabajo, después de estar dos años con contrato fijo en una empresa. Los precios empezaron a dispararse, la empresa de mi marido tambaleaba, España era un país que se adentraba a una crisis profunda, donde los políticos, lejos de ofrecer soluciones, nos sumieron más en el caos, con unas reformas que no dieron resultados y unas promesas rotas, que le quitaron las ilusiones a mucha gente y nos provocaron una situación peor.
Por donde quiera escuchabas familias desesperadas, con varios de sus miembros en paro, gente que no podía pagar las hipotecas que tan fácilmente ofrecían los bancos. Todo subía de precio, los servicios básicos como la sanidad y educación cada vez estaban más limitados, los bancos se negaban en redondo a negociar, aplicando cláusulas abusivas y saliendo impunes de sus fechorías.

España era un desastre y de momento lo sigue siendo. Lo peor, es que no se veía la luz en un futuro próximo y pensamos...¿es este el futuro que queremos para nuestros hijos?


La decisión

Durante algunos meses, la pregunta quedó “flotando” en el ambiente y ambos le dábamos vueltas a cómo sería la vida en Estados Unidos. Afortunadamente, mi marido tenía la posibilidad de encontrar trabajo allí y poder trabajar legalmente. Eso es un gran paso cuando tomas una decisión tan difícil.

Yo estaba ilusionada, pero a la vez, mi corazón se resistía a dejar al resto de la familia en España. Mi hijo mayor ya tenía casi 7 años y estaba en primero de primaria, tenía sus amistades hechas y su mundo estaba allí. La niña tenía 4 años y a esa edad no te enteras demasiado de las cosas que pasan, por lo que con ella no sería difícil. Luego estaban mis padres y hermanas, además de todas las amistades y conocidos en más de 20 años, que dejaríamos atrás.
Por otro lado, teníamos un piso comprado, que no podíamos vender debido a la caída de los precios y la crisis acuciante que había en España.
Todo ello me hizo plantearme si era o no una buena idea dar el gran paso de irnos a Miami, pero al final uno piensa en su bienestar, en las metas que quieres alcanzar. Yo no estaba dispuesta a seguir en trabajos precarios, a estar atada en una pequeña vivienda cuyo valor se había devaluado a pasos agigantados, así que nos convencimos y nos lanzamos a por el siguiente paso importante: decírselo a la familia.


La familia se entera


Como era de esperar, la familia no acogió la decisión con mucha alegría. Íbamos a cruzar el charco y pronto se iban a separar de los hijos y nietos que tanto quieren. Al principio les costó bastante aceptar el hecho de que habíamos tomado una decisión que no tenía vuelta atrás, pero poco a poco se fueron convenciendo de que quizás esa opción era la mejor para nostros en esos momentos.


No seremos los primeros ni los últimos que se marchan de España en este período de crisis buscando mejores alternativas, pero está claro que la familia está por encima de todo y el dolor de tener a los seres queridos tan lejos, no es fácil de disipar.

Al final terminaron aceptando la idea y toda la familia nos deseó suerte en nuestra gran aventura, quizás un poco alocada, quizás bastante sensata. ¿Quién lo sabe?

Pronto en estas mismas líneas, se sabrá.


6 comentarios :

Unknown dijo...

Hola. Leo tus líneas y me entusiasma la idea de emigrar, soy de Venezuela y actualmente me encuentro super angustiada porque quiero irme lo más pronto posible a los Estados Unidos, he viajado en varias oportunidades y estoy enamorada de la ciudad ,,, me preocupa mucho el hecho de que mi esposo y yo no tenemos ofertas de trabajo ni papeles para trabajar, estoy investigando las posibilidades existentes de conseguir estando alla un tiempo corto a ver si consigo empleo,,,, sabes de como es esto? soy administradora y mi esposo tiene certificación profesional y hasta gestionamos la equivalencia por los EEUU ..

Antillanasoy dijo...

Hola Scarlet, te comento que sin papeles es bastante difícil echar para alante en Estados Unidos. Existen trabajos por la izquierda, pero Miami está muy masificado y ahora mismo es muy difícil conseguir algo, además que sin papeles no puedes manejar y todo se hace más complicado. Si fuera tu, intentaría venir con una visa de trabajo desde allá, para poder ir subsistiendo mientras tanto.
Un saludo y gracias por el comentario.

Anónimo dijo...

Hola, estoy en un momento de dudas... Puedo conseguir que mi empresa me asigne una vacante en Miami, pero miles de dudas me asaltan... Precios de vivienda, coste general de la vida, la sociedad en general, etc... Por un lado me encantaría jugármela y probar suerte, pero por otro me da mucho miedo... Jooooo!!!

Antillanasoy dijo...

Hola amigo, pues todo depende de las circunstancias de cada uno. Si eres de España, seguramente encontrarás Miami muy distinto a todo lo que conoces y extrañarás muchas cosas. Vivir aquí es muy caro y no hay mucha vida social, si no conoces a nadie te puedes aburrir bastante. La vivienda es más cara y la comida también y realmente no se come igual que en España, pero por otro lado, si eres aventurero/a puede ser un buen lugar para conocer y más si vienes con trabajo. Miami es como vivir en algun país latinoamericano. Suerte en tu decisión!

Unknown dijo...

Lo extraño todo y eso que llevo aquí solo 4 meses.
La familia, el transporte, la gente, poder caminar sin temor a ser atropellado,los pistachos, el fuet...etc

Unknown dijo...

Lo extraño todo y eso que llevo aquí solo 4 meses.
La familia, el transporte, la gente, poder caminar sin temor a ser atropellado,los pistachos, el fuet...etc

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