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El huracán que nunca llegó

La tormenta tropical Erika se había fortalecido y con toda probabilidad iba a llegar a las costas de la Florida. Todo el mundo decía que este año (2105) ha hecho un calor inusual en Miami y que es bastante probable que venga un huracán fuerte.


Nosotros llevamos ya dos años en Miami y hasta el momento no habíamos tenido ningun susto al respecto. 

¿Qué hacer cuando se aproxima un huracán? Pues la verdad es que no tenía mucha idea, pero me imaginé que hay que tener el "kit basico de emergencias", que consiste en linternas, una radio, pilas (porque sino, ambas cosas no te sirven de nada), alguna hornilla de gas y gas de repuesto, porque lo más probable es que se vaya la energía eléctrica; unas latas de comida y agua, mucha agua potable.

La gente estaba tranquila hasta que empezaron a alertar que el lunes 31 de agosto, la tormenta llegaría a Florida convertida en huracán de categoría 1. El jueves y viernes previos, los supermercados estaban a rebosar, llenos de gente, el agua se había acabado en algunos sitios, las colas eran gigantescas y la gente andaba como loca. Todo el mundo hablaba de la famosa tormenta y los planes variaban en dependencia de si Erika les dejaba hacer o no. -"El lunes viajaré, si Erika me deja"..."Compraré tal cosa, si Erika me deja"..."Irás al colegio si Erika lo permite"...esos eran los comentarios del viernes; todo el mundo dejaba su futuro próximo en manos de Erika. 

Los niños estaban entre contentos y asustados ante su primer huracán. Tantas historias se cuentan de Andrew y Katrina, dos huracanes que azotaron fuertemente la Florida hace unos años, que por más que uno esté preparado nunca se puede imaginar lo que es vivir un huracán, sobretodo los de categoría más fuerte.

En estos momentos es cuando los vecinos o colegas del trabajo que vivieron huracanes anteriores, te empiezan a contar las historias de cómo los vivieron y a uno se le pone la piel de gallina.

Por suerte el huracán nunca llegó, ya que a su paso por Cuba se desvaneció y lo que tuvimos fueron bastantes lluvias y truenos, pero nada del otro mundo. Hoy domingo ya han avisado, para desesperación de los niños, que el lunes hay escuela y todo funcionará con normalidad, así que volveremos a guardar el kit y las emociones hasta el próximo aviso. Espero que pasen dos años más por lo menos.

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